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A mi ángel de cuatro patas

Brilyn, mi perra guía, y yo posando en cuclillas y abrazadas en el salón de casa

Brilyn, mi perra guía, y yo posando en cuclillas y abrazadas en el salón de casa

Llevo días pensando en cómo escribir esta entrada del blog, comenzándola cientos de veces en mi cabeza, borrándola y volviendo a empezar. Ojalá nunca hubiera tenido que escribirla, pero tú y yo sabíamos que lo nuestro no era para siempre. Conocíamos las reglas del juego desde el comienzo y, aun así, decidimos jugar. Qué juego tan cruel es la vida, que nos pone y nos quita a veces sin siquiera pedir permiso.

Hace dos semanas y cuatro días que te fuiste y todavía intento digerir que ya no volveré a tenerte entre mis brazos, ni a sentir tu suave pelaje entre mis dedos. Dos semanas y cuatro días en los que cada minuto sin ti han sido los más tristes de mi vida.

Ojalá no tuviera que escribir esta entrada del blog, pero siento que debo hacerlo, que te lo debo. Es lo correcto. Si te escribí decenas de posts cuando llegaste a mi vida, y otros tantos durante los meses en que nos estuvimos conociendo, siento que ahora, más que nunca, también mereces que estos torpes dedos vuelen sobre el teclado y traten, a duras penas, de dedicarte la despedida que creo mereces.

Antes de continuar, me veo obligada a hacer una advertencia al lector. Si hace poco que has perdido a tu mascota, o eres muy sensible ante el duelo y la pérdida, o eres un miembro de mi familia que crees que no podrás soportar leer este post, puede que no debas seguir leyendo. Quizás yo me sienta preparada para escribirlo, pero tal vez vosotros no lo estéis aún para leerlo. Es más, no me importa si nadie lo lee. Solo lo escribo para ella, que de todos modos no podrá leerlo. Pero yo siento que se lo debo. Así que si os apetece seguir leyendo, adelante. Si no, no os preocupéis, lo entenderé. Nos reencontraremos en el siguiente post.

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11 años de luz

Cada 4 de junio es especial en nuestra casa, porque un 4 de junio del año 2008 nacía en el estado de Michigan (EEUU), en la escuela Leader Dogs for the Blind, un cachorro de golden retriever que, sin todavía saberlo, estaba destinada a ser mi compañera de viaje.


(Imagen de Brilyn, mi perra guía, en primer plano con la boca abierta, sonriendo)

En esa época yo estaba terminando la carrera. En realidad, seguramente estaba nerviosa por los últimos exámenes,deseando acabar de una vez para disfrutar del verano. Llevaba cerca de dos años inscrita en la lista de espera de la ONCE para obtener mi perro guía y ni se me pasaba por la cabeza que en algún lugar, al otro extremo del Atlántico, estaba llegando al mundo un ser que llenaría mis días de luz y amor.
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Aniversario peludo

Hoy hace justo seis años que Brilyn llegó a mi vida. Seis años desde aquel maravilloso momento en el que literalmente, se abalanzó sobre mí y me robó el corazón.

En este tiempo hemos aprendido a caminar juntas. Hemos pasado por muchas cosas, pequeña, como un verdadero equipo. Nos ha tocado vivir un cambio de ciudad, tres mudanzas (a las que tú te adaptaste infinitamente más rápido que yo), un nuevo empleo, nuevas rutas para ir a trabajar, nuevos compañeros de oficina… Mil y un chaparrones, meternos en cientos de charcos, decirle por enésima vez a la enésima persona que te quiere llamar la atención que a los perros guía no se les debe distraer cuando van trabajando…

Y en todo este tiempo, tú te has portado como una auténtica campeona. Qué razón tenía Randy, tu instructor de la Leader Dog School cuando decía que los españoles siempre nos llevábamos los mejores perros que tenían en la escuela, aquellos que eran auténticos todoterreno.

En estos seis años he aprendido mucho de ti, pero también he aprendido algo sobre mí misma, y es que, aunque nos parezca imposible, se puede llegar a amar a un animal tanto como a alguien de la propia familia. Porque en eso te has convertido tú en estos seis años, en un miembro más de la familia.

Por eso, como no podía ser de otro modo, estuviste presente el día de nuestra boda. En la ceremonia no, porque sé que te habrías puesto demasiado nerviosa. Pero sí que estuviste presente todo el tiempo después, durante la sesión de fotos en la orilla del río Duero, y más tarde, en el restaurante, a nuestro lado.

Fingiremos que ese día no nos dimos cuenta de que algún que otro trozo de pan te comiste… porque era un día especial y también tú tenías derecho a disfrutar a tu manera 🙂

Pero es que no concebía el día más importante de mi vida sin que tú estuvieras presente.

Ahora tienes siete años y estás en plena madurez. Eres una perra muy serena, cariñosa hasta el extremo y sociable a más no poder (más de lo que me gustaría muchas veces). Creo que estás en lo mejor de la vida y espero que podamos seguir compartiendo juntas muchos momentos importantes.

Por estos seis años y otros más que vendrán.

Gracias por todo, peluda.


Brilyn y yo en el salón (21.10.2015)

También puedes leer:
«Aquel día sufrí un flechazo»
«La reina de la casa»

Aquel día sufrí un flechazo

Nuestro primer encuentro fue ya un auténtico flechazo.

Yo esperaba nerviosa en la habitación 28 de la escuela de Leader Dogs for the Blind, Rochester, Michigan, a que llamasen a la puerta y me anunciasen tu llegada. Llevaba tres años aguardando aquel momento. No. En realidad, llevaba toda la vida soñando contigo. Y por fin aquella mañana de octubre, mi sueño de tantos años iba a convertirse en una realidad palpable.

Y tan palpable.

Tan solo conocía tu nombre (hacía 10 escasos minutos que me lo habían dicho), además de tu edad y el color de tu pelo.

Nervios. Cada vez más nervios.

Sostenía un par de galletas en la mano, a modo de talismán y al mismo tiempo de ancla. No podía creer que aquello por fin fuese a ocurrir. No necesité pellizcarme, porque sabía que el momento era muy real. El calor de la habitación, las voces en el pasillo, los pasos, las risas.
Y de pronto, los esperados toques en la puerta.

Y pronuncié tu nombre por primera vez. Alto, claro y con decisión. Llena de emoción y nervios, pero ansiosa por conocerte.

Y entonces ocurrió.

Entraste corriendo en la habitación, te abalanzaste sobre mí como un torbellino de pelo, con una lengua húmeda que pretendía conocerme, registrar mi olor y mi sabor por primera vez.

Te di la primera de las galletas, y con los nervios, me la arrebataste sin miramientos. Creo que estabas aún más nerviosa que yo.

¿Dónde estabas? ¿Y por qué de pronto te dejaban en aquella habitación con aquella extraña chica que no hacía más que gritar de alegría y decir tu nombre?

Querías salir, investigarlo todo. Volver con Randy, el que había sido tu mentor y tu humano favorito en los últimos meses. ¿Por qué se había ido Randy y te dejaba allí?

En la siguiente hora y media que pasamos juntas, no paraste de moverte, de jadear nerviosa, de temblar, jugar, oler y lamerme entera.

Te di la segunda galleta. Ya no recuerdo en qué momento, ni si la cogiste con más delicadeza de mi mano. Solo recuerdo que ambas estábamos exhaustas y muy nerviosas.
Tú, porque no sabías que vendría a continuación. Yo, porque acababa de sufrir un flechazo.
Tú, que te preguntabas qué se esperaría ahora de ti. Yo, tratando de convencerme de que eras real.

Y entre revolcones, lametazos, nervios y un torrente de emociones, la certeza de que desde aquel momento, desde aquel día, mi corazón te pertenecería para siempre.

Ahora, cuatro años después de aquel mágico instante, aún se me pone la piel de gallina al recordarlo. Creo que si tuviera una máquina del tiempo y pudiera viajar hacia donde quisiera, o me dieran a elegir revivir un día de mi vida, sin duda regresaría a aquella mañana de octubre, en la habitación 28 de la escuela de Leader Dogs for the Blind, Rochester, Michigan.

Y volvería a entregarte mi corazón.

Porque quien no tiene un perro en su vida, no sabe lo que es el amor sin condiciones.

Brilyn y yo presentamos el blog en una entrevista para ‘e-volución’

El pasado mes de mayo, Brilyn y yo estuvimos realizando unas prácticas profesionales en la productora audiovisual SEVENTHE PRODUCCIONES. Allí estuve desarrollando labores de comunicación, márketing, community manager, edición y redacción de textos, etc.

La periodista Laura Negro se interesó por la forma en la que las personas ciegas podemos acceder a las nuevas tecnologías, como por ejemplo, cómo utilizamos un ordenador, un teléfono móvil, o incluso, cómo se escribe y publica un blog siendo invidente.

El resultado fue una vídeo-entrevista que publica hoy el suplemento e-volución, del diario El Norte de Castilla.

Os dejo con el enlace, donde podéis vernos trabajando en la oficina… Y a Brilyn guiando en la calle 😉

Entrevista con Patricia Carrascal, creadora del blog «Viviendo a tientas»

Y la entrevista completa, en texto, podeis leerla aquí:

Blogueando a ciegas

Los perros guía también se divierten

Existe la extraña creencia (falsa) de que los perros guía están trabajando las 24 horas al día y que son animales explotados que nunca se divierten. Pero nada más lejos de la realidad.

Los perros guía solo están trabajando cuando llevan el arnés puesto sobre el lomo y su dueño va detrás, con su mano sobre el asa de dicho arnés, dejándose guiar por el perro. Es entonces cuando no se les debe distraer, ni acariciar, ni silbar/chistar/tirar besitos ni nada parecido. Porque por muy bien entrenado y disciplinado que esté, un perro guía no deja de ser un animal, con su instinto, con sus ganas de jugar, y por naturaleza son seres sociables que quieren responder cuando alguien les hace un gesto de saludo.

Por eso se suele aconsejar que no se salude o llame a un perro guía cuando veáis que va trabajando.

Sin embargo, cuando el perro guía no lleva el arnés, o su dueño le deja que camine o corretee suelto en un parque, podéis tocarlo sin problema. Eso sí, para evitaros conflictos, PREGUNTADLE SIEMPRE ANTES A SU DUEÑO.

En casa los perros guía no tienen que trabajar, por lo tanto están sueltos, sin su arnés y sin la correa, como un perro normal.

Y días como los de esta Semana santa, que no para de llover, ¿qué hacer con tu perro todo el día metido en casa?

Pues una de dos: o le pones un chubasquero, que le cubra bien el lomo y la barriga para que no se moje demasiado y sales igualmente, o esperas en casa a que pase el chaparrón…

Y te inventas algún juego para que el animal no se vuelva loco de aburrimiento…

Os dejo un vídeo de Brilyn, mi perra guía, jugando en la cocina con su juguete favorito: el tigre de plástico. El pobre está ya tan castigado que le faltan los dos brazos… Pero a ella no le importa.

Algo importante a la hora de jugar con un perro guía es mantener la disciplina y las pautas de comportamiento. Es decir, si normalmente no se les permite ladrar o dar saltos, es muy importante que durante el juego controlemos que no cometan estas infracciones. Hay veces que el perro se excita tanto con el juego, que quiere echar la boca, enseña los dientes jugando, ladra, se pone a dos patas, etc. Este tipo de comportamiento puede ser peligroso para el usuario ya que pierde el control sobre el juego. En ese momento debemos parar al perro, ya sea cruzándonos de brazos, o usando alguna palabra con la que él comprenda que el juego ha terminado, como un enérgico ‘¡No!’. En definitiva, hacerle entender que el juego se acabó.

Salvando las distancias, sería como un niño que jugando se ha puesto demasiado bruto y ha comenzado a darnos cabezazos o a golpear los juguetes contra los muebles. Algo parecido…

Por ejemplo, en el vídeo podréis observar como al final, en los últimos segundos de la grabación, yo le riño a Brilyn y paro el juego porque escuché que estaba masticando algo… probablemente, una parte que se desgarró de su querido tigre mutilado. En ese instante paré el juego, regañé a la perra y guardé el juguete. Así ella entiende que no debe comerse partes del tigre.

Pero siguiendo esas sencillas pautas, y llevando a cabo juegos que estimulen al perro y no estropeen su disciplina, un perro guía puede jugar y tener momentos de ocio igual que cualquier otro perro.

Vídeos por cortesía de nekerox

Brilyn en el Laberinto de Tusitala

Si hay una cosa que adoro de las redes sociales, en especial de Twitter , es que puedes llegar a conocer a grandes personas y forjar amistades que nunca imaginarías. Así fue como conocí a Casiopea (Berta López fuera de la red 2.0), y cómo poco a poco, fue surgiendo una especial amistad 🙂

Ella también es periodista, pero además ha logrado cumplir el sueño que yo aún tengo pendiente: escribir un libro. En su caso, se trata de su primer libro de cuentos, ‘Anamorfosis’. Además, es autora en el blog El Laberinto de Tusitala . Allí escribe una sección a la que ha dado el curioso nombre de ‘Dime con quien andas’, en la que entrevista a personas que tienen historias que contar acerca de sus mascotas, o esos miembros peludos de la familia de los que tanto nos (me incluyo) gusta hablar a quienes tenemos la suerte de convivir con uno.

Me preguntó si me apetecía hacer un DCQA sobre Brilyn, contando cómo era vivir con un perro guía, y yo, por supuesto, dije que sí. Ya sabéis que me encanta colaborar con mis amigos 😉

El resultado de aquella entrevista podeis leerlo haciendo click en el siguiente enlace:

Brilyn o cómo ser los ojos de una persona

Ya me diréis si os gusta 😉

CIERRA LOS OJOS Y MÍRAME

Cierra los ojos y mírame.

La frase puede sonar contradictoria, ¿verdad? Pero cuando descubrimos que en realidad es el título de una nueva novela acerca del mundo de los perros guía, el sentido que cobra es totalmente diferente.

Manuel Enríquez y Ana Galán son los autores de esta nueva novela, editada por Grupo Planeta bajo su sello Destino . Manuel Enríquez ha trabajado durante seis años como recepcionista de perreras y siete años más en el puesto de coordinador en la Fundación ONCE del Perro Guía, en Madrid, por lo que posee una gran experiencia y amplios conocimientos en lo que al adiestramiento de perros guía se refiere. Tuve la suerte de conocer a Manuel en noviembre de 2009, cuando regresaba de mi curso de adiestramiento de 3 semanas en Rochester (Michigan, EEUU) y aterrizaba en Madrid con una agotada y nerviosa Brilyn de 16 meses. Aquel día nos llevaron a todos a comer a la Fundación del Perro guía de Madrid, donde pusieron el correspondiente chip a nuestros perros, firmamos los papeles y recibimos la documentación necesaria.

Así fue como conocí a Manuel, el coautor de este libro que se publica hoy, 3 de octubre. Me apetecía mucho entrevistar a Manuel y acercaros, a quienes seguís este blog, un poquito más el apasionante mundo de los perros guía.

Manuel, ¿podrías contarnos algo acerca del argumento de la novela?

R: Básicamente es una historia de amor y superación. Una historia en la que Ana, desde su experiencia como educadora de cachorros en una importante escuela estadounidense, Guiding Eyes for the Blinds y la mía como trabajador de la escuela española durante casi trece años, contamos todo el proceso de educación y entrenamiento de estos increíbles animales que son los perros guía.

¿De dónde nació la idea de escribir un libro con un personaje ciego y su perro como protagonistas?

R: La idea salió de Ana. Ella llamó hace algunos años a la Fundación ONCE del Perro Guía para preguntar qué derechos tienen los cachorros en las distintas comunidades. Iba a viajar a España y pensaba traer al perro que estaba educando en aquellos momentos. Le aconsejé que no lo hiciera. Estos animales están protegidos dentro de la Comunidad Autónoma Madrileña aunque la ley no los ampara en el resto de las comunidades. Perdona que me vaya por las ramas pero sería importante que los derechos de los cachorros de futuros perros guía fueran reconocidos por igual a todo lo largo del territorio español y… ¿por qué no soñar? de la UE. Sigo con tu pregunta. Ana y yo tenemos muchas afinidades. La primera, nuestro amor por los animales. Los dos nos licenciamos en Veterinaria en la Universidad Complutense de Madrid. También nuestro gusto por la lectura Además los dos escribimos… Así comenzó todo. Intercambiamos direcciones de correo electrónico, teléfonos particulares y algunos relatos. Creo que fue dos años después cuando volvió a llamar para proponerme escribir una novela a cuatro manos. Me hizo un esbozo del argumento. Acepté de inmediato. Luego hubo algunos retrasos por cuestiones laborales. El parto ha sido largo pero al final conseguimos finalizar la obra.

Una pregunta maliciosa: ¿Crees que un libro cuyo personaje principal es una persona invidente puede resultarle atractivo al gran público?

R: Ana y yo confiamos en que David, nuestro protagonista ciego, Blanca y Kits sean capaces de enamorar al lector. Pero no se nos escapa que tienes mucha razón en lo que dices. Podemos asumir en una novela que una niña de 14 años sea capaz de asesinar sin pestañear a un chico de su edad como sucede en “Los Juegos del Hambre” que ha sido un gran éxito editorial. Pero eso al lector “le pilla” lejos. En todo momento sabe que es solamente una novela. Aquí el argumento es real. David puede ser un amigo, un familiar o ese muchacho que acaba de conseguir varias medallas de oro en los últimos paralímpicos. Enfrentarse a la realidad es mucho más duro que observar algo que sabemos que no está ocurriendo… Al menos en nuestro mundo occidental donde las guerras solamente son parte de un telediario al que nos hemos acostumbrado.

Hablemos de tu trabajo en la escuela de perros guía. Imagino que muchas de tus experiencias y anécdotas trabajando con estos animales se habrán visto reflejadas en el libro, ¿no?

R: Ahí no dudo en responderte de forma rotunda. SI. Si pusiéramos, como suele ser habitual al principio de la historia esa frase tan típica de “Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia”, estaríamos mintiendo. David y Blanca son personajes ficticios pero sus historias se han repetido y se repetirán muchas veces. En algunas ocasiones, tanto Ana como yo hemos hecho guiños a algunas personas que conocemos y a las que apreciamos. Por ejemplo, Rachel, la supervisora de cachorros tiene su reflejo en la escuela americana y lo mismo sucede con Richi, el instructor de Kits, o de Tina con su Reina Mora, una simpática extremeña. Todos nos autorizaron a recrear sus personas en algunos de los capítulos de la obra.

La novela la habéis escrito a medias entre Ana Galán y tú, y tengo entendido que ella vive en Estados Unidos. ¿Cómo ha sido ese proceso de creación? ¿Cómo os poníais de acuerdo para escribir cada parte? ¿Hablabais a diario, semanalmente, os enviabais lo escrito por cada uno para leer y comentar?

R: Ana y yo discutimos, a través de Skype, un programa inicial de capítulos en los que la acción pasa de un protagonista a otro. Con estos apuntes iniciales Ana elaboró un pequeño guión con unas breves notas sobre el desarrollo general de cada capítulo. Este guión se lo enviamos a Anna Casals, nuestra editora, que dio el visto bueno al plan original. Luego los capítulos finalizados eran enviados a las otras dos partes implicadas en el asunto que opinában sobre el escrito recibido. Después venían las correcciones. A veces el desarrollo no nos convencía, a veces surgían detalles que iban en contra de lo que “la otra parte tenía pensado escribir en el capítulo siguiente…” Consensuábamos finalmente nuestras decisiones y, en caso de dudas, era Anna Casals o Anna Boss como la llamábamos entre mi compañera y yo, quien tenía la última palabra. Skype, correo electrónico y a veces el teléfono han sido nuestros cómplices durante todo el trabajo.

¿Es muy complicado escribir a cuatro manos?

R: Ya resulta complicado escribir a dos manos, pues imagínate a cuatro. Además nuestros protagonistas nos han salido demasiado rebeldes. En ocasiones algún capítulo que teníamos previamente pactado, salía justo al revés de cómo Ana y yo pretendíamos. David y Blanca tienen personalidades muy fuertes y esto es un problema a la hora de escribir. No siempre ellos marchaban por donde nosotros pretendíamos y en varias ocasiones tuvimos que corregir el guión por su culpa. Creo que la novela tiene ahora cinco capítulos más de los que habíamos pactado inicialmente. Después viene lo de los estilos. Ana tiene el suyo y yo el mío y, está claro, el uno con el otro poco o nada tienen que ver. Aquí el mérito ha sido el de Anna Boss que fue capaz de conjuntarnos a los dos. Si no hubiera sido por ella seguro que ahora no estaríamos aquí contestando a tus preguntas.

¿Cuál ha sido la parte más dura de todo el proceso? ¿Y la más divertida?

R: En ocasiones hemos tenido que repetir hasta cinco veces un capítulo porque la Boss consideraba que no había sacado de nosotros todo lo que debería. Yo protestaba porque pensaba que la cosa estaba redonda pero, cuando el capítulo estaba finalizado, comprobaba que, una vez más la jefa tenía razón. El momento más divertido… Leyendo alguno de los capítulos de mi compañera he pasado muy buenos ratos. Por ejemplo cuando entra con Kits, su cachorro, en un bar y el camarero se empeña en que los perros ahí no entraban porque ella no era ciega. No quiero desvelar nada de la trama y prefiero que sea el lector el que ría, y a veces también llore, con nuestro trabajo

¿Qué objetivo perseguís con esta novela? ¿Qué queréis trasmitir al lector?

R: Nuestro primer objetivo es entretener a nuestros lectores. Una novela aburrida es sinónimo de fracaso y nosotros queremos que nuestra novela pueda llegar cuanto más lejos mejor. Pero también buscamos algo más. Enseñar a los jóvenes lo que es la ceguera, enseñarles que, de un día para otro, nuestra vida puede cambiar de manera insospechada y enseñarles también que, de alguna manera tenemos nuestro destino en las manos. Es cuestión de esfuerzo. Si nos esforzamos la suerte terminará por llegar. Finalmente también queremos concienciarles de la labor que realiza un perro guía, cómo se entrenan, cuáles son sus derechos y cuáles sus obligaciones. Si conseguimos acercar la figura del perro al lector, habremos dado nuestro tiempo y trabajo por bien empleados.

¿Habrá más historias de Galán&Enríquez en el futuro?

R: Nada me gustaría más. Pero eso dependerá del éxito que tenga “Cierra los Ojos y Mírame” en el momento actual y, por supuesto de la decisión de los responsables del sello Destino. Hacer cábalas ahora no es necesario. Lo importante es vivir el momento, “carpe diem”, que decían los romanos. Trabajar con Ana y editar con Planeta ha sido un sueño y de momento quiero vivirlo.

Como lector, ¿qué historias te entretienen? ¿Quiénes son tus autores de cabecera?

R: Me gusta especialmente la novela histórica. Santiago Posteguillo, Gonzalo Giner, también veterinario y escritor de éxito y muchos más. La verdad es que no tengo un autor predilecto. Suelo empezar un libro y si me gusta, sigo con el. Si a las diez o quince páginas no ha sido capaz de engancharme, sea cual sea su autor, lo dejo y paso al siguiente.

¿Cuál ha sido el último libro que has leído? ¿Y el que estás leyendo ahora?

R: Danza de Dragones. Una saga de siete libros que se inicia con Juego de Tronos y que actualmente va por el quinto volumen. Una historia medieval muy imaginativa en la cual se mezclan varias sagas paralelas. A veces resulta difícil seguirla porque tiene más de setecientos personajes. Terminé ayer y hoy me he enganchado con “La Sombra de la Mariposa”. Una historia también medieval que cuenta los problemas que tuvieron Hermenegildo y su padre Leovigildo, uno de los principales reyes godos españoles.

Por último, ¿alguna cosa que quieras decirles a los lectores de Viviendo a tientas?

R: Sí. Que esta sería mi tercera novela. La primera es una historia que transcurre en la Castilla del siglo XIII y que tiene como base al “Honrado Concejo de la Mesta”, una organización pastoril creada por el rey Alfonso X “El Sabio”. Es una historia de acción que engancha al lector desde el primer capítulo. La otra novela que tengo terminada y que espero sacar una vez que despierte de este sueño, es “Esa Tal Dulcinea”. Aquí cambio el registro y puedo aseguraros que el lector pasará momentos muy divertidos con ella. Me gustaría agradecer a todos los lectores de tu blog que hayan sido capaces de llegar hasta aquí. Creo que me he pasado con la longitud de mis respuestas. Espero no haberos aburrido y deseo también que “Cierra los Ojos y Mírame” sea capaz de haceros vivir momentos tan intensos como los que yo estoy viviendo ahora. Gracias Patricia por esta oportunidad que me das de asomarme a tu blog. Ojalá que no sea la última.

Muchas gracias Manuel, y muchos éxitos para ti y Ana Galán con vuestro libro. Seguro que tras leerlo, muchas personas comprenderán mejor la gran labor que realizan los perros guía. Gracias por aceptar esta entrevista, y hasta pronto.

Ficha del libro

«Cierra los ojos y mírame», de Ana Galán y Manuel Enríquez

Publicación: 3 de octubre 2012

Argumento:

Tras un grave accidente de coche, David recibe la noticia de que se ha quedado ciego y se encuentra sumergido en un mundo de sombras donde deberá aprender a comer, a vestirse, a leer e intentar armarse de valor para regresar a la facultad, acompañado de su bastón blanco que tanto aborrece.

Su vida ha dado un cambio rotundo y poco a poco tendrá que aprender a valerse por sí mismo con la ayuda de un perro guía, que lo llevará a conocer a Blanca.

Blanca, junto a su familia, ha adiestrado a Kits, el perro lazarillo de David. Blanca y David entablan amistad y poco a poco les va a unir algo más que Kits. Pero la vida no es fácil, los cuentos no siempre tienen final feliz, su relación no tiene ningún futuro… o quizás, sí.

Grupo Planeta apuesta para el mes de octubre por esta emotiva novela de amor y superación protagonizada por un chico ciego. A partir del desgarrador testimonio de un joven que ve perder cualquier esperanza de futuro, seremos testigos de su afán de superación, así como conoceremos a la increíble figura del perro lazarillo Kits, capaz de salvar personas y almas.

¿Cómo es el adiestramiento de un perro guía?

En alguna otra ocasión ya hemos hablado de cómo es el entrenamiento de un perro guía, y su posterior entrega y adaptación con el usuario. Lo vimos en el post ¿Cómo se educa en España a un cachorro para que sea perro guía de un invidente?
Más adelante quizás escriba otro post dedicado a este asunto, ya que muchas de las preguntas que suele hacernos la gente, también van encaminadas al trabajo de estos magníficos animales.

Hoy lo que os traigo son dos vídeos preciosos, en los que se explica perfectamente en qué consiste ese entrenamiento de los perros guía.

El primero es un reportaje titulado ‘Dos ojos, cuatro patas’, y está grabado en la Fundación ONCE del Perro Guía, también conocida como FOPG. En él, un instructor explica cómo es ese proceso de adiestramiento, antes de que el perro llegue a su usuario.

Podeis verlo haciendo click en el siguiente enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=BGqTgluujF4&feature=youtube_gdata_player

El segundo, titulado ‘Perros guía, una historia de amistad’, es un vídeo donde la familia de acogida de un cachorro-futuro perro guía habla sobre el proceso de socialización de ese cachorro, y cómo debe adiestrarlo y prepararlo para cuando sea perro guía. Paralelamente se ven imágenes de una persona invidente, ya con su perro guía trabajando, que nos explica cuales son las responsabilidades del perro y cuales son las suyas.

Podeis verlo aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=BGvYS8TcfHA&feature=youtube_gdata_player

Espero que ambos vídeos ayuden un poco a aclarar alguna de vuestras dudas. Pero si no, ya sabeis, ¡no dudéis en preguntar! 😉

Un perro guía llamado Milagro

*Nota: La siguiente historia no es mía. Es del blog que escribe María de Ancos, intérprete abitual de los grupos de españoles que acudimos a la escuela Leader Dogs for The Blind, en Rochester (Michigan).

Aprovecho para recomendaros su blog, http://lafenetredemariepoulain.blogspot.com.es/, donde estos días está narrando el actual curso de entrega de perros guía para un nuevo grupo de españoles. Muy, pero que muy recomendable 🙂

“Nobody has ever measured, not even poets, how much the heart can hold” – Zelda Fitzgerald

Hace poco colgué esta cita en mi perfil, o la utilicé como cita del día en la Escuela de Inglés, en mi trabajo, no recuerdo…

“Nadie ha medido nunca, ni siquiera los poetas, cuánto puede aguantar el corazón”

Ahora, apenas unos días después, lo he confirmado… o he alcanzado a comprender las palabras de Zelda. Porque… somos egocéntricos y enseguida nos aplicamos cualquier máxima o cita; la relacionamos con lo que nos pasa a nosotros mismos. Tampoco creo que sea malo… Si con ello aplicamos un poco de sabiduría (de esta que viene en esos pequeños frasquitos de grandes esencias que tanto me gustan y que hace años busco y recopilo como tesoros) a lo que nos pasa.

Simplemente, hay otros a los que les pasa… más.

Estos días en Nueva Zelanda, en el 14ºCongreso Internacional de Movilidad, he sido testigo de experiencias e historias sorprendentes, increíbles… enriquecedoras.

Pero fue una de ellas la que me impactó, hizo que se me saltaran las lágrimas y me trajo esta cita a la cabeza. Una de esas historias que inmediatamente sientes la necesidad de compartir… asombrosa! Recordé a mis compañeros de Leader Dogs for the Blind, en Michigan, y de la Fundación ONCE del Perro Guía. Y pensé en cuánto habrían disfrutado escuchando la ponencia de Per Lundgren y viendo los vídeos de esta mujer increíble, de este perro increíble… de toda una familia increíble al fin.

Desafortunadamente los vídeos no están disponibles en ninguna web así que… lo único que puedo hacer para compartir esta historia es plantearme aquí nuevamente, tras lo que aquellas imágenes me inspiraron… si alguien, aunque sea los poetas, puede llegar a calcular cuánto puede aguantar el corazón humano…

El corazón de Heather pudo aguantar su ceguera, que la vida la privara del tesoro de ver el mundo… pudo y puede aguantar percibirlo “sólo” a través de todos sus demás sentidos.

Y el mundo se lo recompensó con un marido que la quiere y la cuida… Y con… 7 hijos.

Su corazón pudo aguantar que 4 de ellos heredaran su discapacidad visual. Su corazón pudo y puede aguantar que también ellos “vean” el mundo a través de sus otros sentidos y con la ayuda de un bastón blanco que manejan con admirable maestría y desde edad tan temprana que cualquiera que les ve no puede evitar sentirse la persona más descoordinada del mundo. Y el mundo se lo recompensó haciendo de cada uno de esos niños un ser humano ejemplar, modélico, que respeta a sus hermanos como nadie haciendo entre todos que su hogar, con una complejidad difícil de imaginar para quien no se ha enfrentado nunca a una dificultad parecida, sea un entorno armónico donde todos ellos bailan de habitación en habitación, como siguiendo una coreografía perfecta, sin haberla ensayado siquiera.

Su corazón pudo aguantar el duro entrenamiento con Per, y las numerosas adaptaciones a lo largo de los años para adaptar sus técnicas de movilidad con perro guía a las distintas circunstancias de su familia a medida que la prole iba creciendo. Y el mundo se lo recompensó con el pequeño héroe, suave, dorado, con cuatro patas y cara de ángel, que Per encontró y entrenó para ella. Un ángel que lleva trabajando para Heather ya 5 años, que aprendió todo cuanto Per le enseñaba… e incluso más! Era imposible escuchar a Per y ver las imágenes que nos mostró sin emocionarse al sentir su orgullo cuando su alumno ejemplar protegía a Heather y a su familia con movimientos que ni siquiera él le había enseñado!

Caminar con una niña y un niño de la mano (éste último acompañado de su bastón), un gemelo colgado a la espalda y su hermano colgado en el pecho (más todos los bártulos que cualquier madre pasea permanentemente en su bolso: biberones, pañales, toallitas…40 kilos se echaba esta mujer a la espalda para salir de casa!!), dos niños más caminando detrás y un perro guía al lado que debe encontrar la manera de encontrar espacio para que toda la familia esquive cualquier obstáculo… Parece más de lo que cualquier corazón podría aguantar… y más de lo que cualquier perro guía podría conseguir…

Pero eso tampoco lo ha medido nadie nunca, ni siquiera los poetas, ni siquiera los instructores de perros guía. Muchos le aconsejaban a Per no malgastar su esfuerzo ni su tiempo. Era demasiado… inabarcable… imposible! Pero Per no quiso rendirse… buscó y rebuscó al perro perfecto. Lo adiestró a conciencia. Diseñó un asa de arnés especial… mágica si queréis verlo así… un asa que permitía a Heather caminar con un espacio entre ella y su ángel (suficiente para uno de los niños) de manera que la coreografía de paseo de toda la familia encajara a la perfección… Cuando se conseguía la combinación de pasos perfecta… había que introducir cambios de nuevo. Los niños seguían creciendo… Los gemelos empezaban a caminar y abandonaban así el pecho y la espalda de su madre, sumándose al cuerpo de baile. Y llegaban nuevos bailarines… Sí, Heather se quedó embarazada de nuevo…

Aunque parezca mentira, aunque sintamos que nos acercamos al límite de lo que podría aguantar un corazón humano… el de Heather podía con esto y con más. De nuevo pudo aguantar la incertidumbre de no saber si este nuevo miembro de la familia heredaría también o no su discapacidad visual. Y de nuevo experimentar y adaptar su movilidad con perro guía, con la ayuda de Per. También incansable, también sin límite… también de valor incalculable.

Y tal vez con la ironía suficiente como para contradecir a aquella popular serie americana de los años 80 “Con 8 basta”, cuando Per nos hablaba hace un par de días de su experiencia con Heather en esta 14ª edición de IMC en Nueva Zelanda, nos contaba además que estaba de nuevo embarazada. Su peculiar compañía de baile recibirá así la llegada de su 9º miembro. Con discapacidad visual o sin ella el nuevo retoño se unirá a la coreografía que Heather, su marido y su precioso labrador ya anticipan ya con Per mientras esperan impacientes su llegada.

Si esto no demuestra que el corazón humano no tiene límite… no sé qué podría demostrarlo. Aunque también sé que os estoy hablando de personas excepcionales… puede que si haya un límite y que en su caso sea tan alto que a todos los demás nos desborde…

Gracias Per, por enseñar al mundo tu maravilloso trabajo. Por dejarnos conocer a Heather y su familia… y a su pequeño gran héroe.

Ser testigo de maravillas así te provoca un torbellino en el corazón… que, sí, hace que se te salten las lágrimas, se te quiebre la voz e incluso se te olvide seguir traduciendo por momentos la conferencia en la que estás como intérprete… Pero… quién sabe? Quizá esas sacudidas en lo más profundo del corazón lo dilaten para siempre haciendo que su límite sea mayor… que se acerque un poco más al de estos seres extraordinarios.