Mi primer año como mamá

Cómo ha sido tu primer año como madre, me preguntas. Y yo no sé ni por dónde empezar a responderte.

Podría decirte que desde el primer instante que tuve a mi hijo en brazos sentí miedo. Un miedo tan inconmensurable como el amor visceral que brotó dentro de mí.

Que desde el primer instante en que lo pusieron en mis brazos, sentí una mezcla de pánico, felicidad y nervios. Que sufro a cada segundo por si le sucede cualquier cosa.

Que tengo miedo de no ser suficiente: lo suficientemente buena, lo suficientemente inteligente, lo suficientemente flexible, rígida, tolerante…

A no ser la madre que se merece.

Que aún me cuesta creer que sea mío, a pesar de que ya ha pasado un año completo desde que abandonó el interior de mi cuerpo para salir al mundo.

A este mundo que ahora me parece más duro, cruel, extraño y difícil que nunca.

Un mundo en el que, a pesar de todo, deseo que sepa desenvolverse con seguridad, y a al mismo tiempo, que no deje de sorprenderse por cada cosa maravillosa que hay en él.

Que sufro por cada minuto que no paso a su lado, cada instante o cada sonrisa que me pierdo.

Que ojalá supiera expresarme mejor, para poder describir el instinto mamífero que me posee cuando lo tengo en mis brazos.

Pero no encuentro las palabras. Ni siquiera creo que las haya, para contarte cómo ha sido este primer año como madre.

Tú sabes lo que es. Un día, hace justo treinta y seis años, también lo estabas descubriendo.

¿Recuerdas aquella sensación? ¿Recuerdas el miedo, las dudas, las inseguridades?

¿Recuerdas también las sonrisas, los momentos de felicidad absoluta? ¿De reír por nada? ¿De llorar por nada?

Porque eso es la maternidad, creo. Un torbellino de emociones que nacen de lo más profundo y que no se pueden explicar.

¿Cómo describir la magia? ¿Cómo explicar el amor?

No sabría ni por dónde empezar. Tan solo se me ocurre decirte que eches la vista atrás, que recuerdes, ¿cómo te sentiste tú cuando me tuviste por primera vez entre tus brazos?

Ahí tienes la respuesta.

A mi ángel de cuatro patas

Brilyn, mi perra guía, y yo posando en cuclillas y abrazadas en el salón de casa

Brilyn, mi perra guía, y yo posando en cuclillas y abrazadas en el salón de casa

Llevo días pensando en cómo escribir esta entrada del blog, comenzándola cientos de veces en mi cabeza, borrándola y volviendo a empezar. Ojalá nunca hubiera tenido que escribirla, pero tú y yo sabíamos que lo nuestro no era para siempre. Conocíamos las reglas del juego desde el comienzo y, aun así, decidimos jugar. Qué juego tan cruel es la vida, que nos pone y nos quita a veces sin siquiera pedir permiso.

Hace dos semanas y cuatro días que te fuiste y todavía intento digerir que ya no volveré a tenerte entre mis brazos, ni a sentir tu suave pelaje entre mis dedos. Dos semanas y cuatro días en los que cada minuto sin ti han sido los más tristes de mi vida.

Ojalá no tuviera que escribir esta entrada del blog, pero siento que debo hacerlo, que te lo debo. Es lo correcto. Si te escribí decenas de posts cuando llegaste a mi vida, y otros tantos durante los meses en que nos estuvimos conociendo, siento que ahora, más que nunca, también mereces que estos torpes dedos vuelen sobre el teclado y traten, a duras penas, de dedicarte la despedida que creo mereces.

Antes de continuar, me veo obligada a hacer una advertencia al lector. Si hace poco que has perdido a tu mascota, o eres muy sensible ante el duelo y la pérdida, o eres un miembro de mi familia que crees que no podrás soportar leer este post, puede que no debas seguir leyendo. Quizás yo me sienta preparada para escribirlo, pero tal vez vosotros no lo estéis aún para leerlo. Es más, no me importa si nadie lo lee. Solo lo escribo para ella, que de todos modos no podrá leerlo. Pero yo siento que se lo debo. Así que si os apetece seguir leyendo, adelante. Si no, no os preocupéis, lo entenderé. Nos reencontraremos en el siguiente post.

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Preparando mi #LeoAutorasOct

Este mes de octubre, como viene siendo habitual desde hace tres años, se celebra el #LeoAutorasOct, una iniciativa que surgió en 2016 para fomentar y visibilizar la literatura escrita por mujeres.

Pero ¿qué es el #LeoAutorasOct?

La iniciativa #LeoAutorasOct surgió en agosto de 2016 de un grupo de twitteras. Se dieron cuenta de que existía una desigualdad entre el número de hombres y mujeres que leían al cabo del año y se propusieron que durante el mes de octubre solo leerían a escritoras. Se sumaron cientos de personas, librerías, bibliotecas, editoriales y blogs. Además, coincidió con la instauración del Día de las Escritoras por parte de la Biblioteca Nacional de España, la Asociación Clásicas y Modernas y la Federación Española de Mujeres Directivas (FEDEPE).

¿Cómo puedo participar en #LeoAutorasOct?

  1. Lee: En octubre, lee solo a escritoras. No importa el género, la edad, o el siglo. Si lo ha escrito una mujer, atrévete a leerlo.
  2. Compártelo: Grítale al mundo que en octubre toca reivindicar la literatura escrita por mujeres. Pon una foto en tu instagram, un comentario en twitter o facebook, una lista en goodreads, una reseña en tu blog o videoblog. Cuéntaselo a tus padres, a tus hermanos, a tus amigos, a tus hijos, a tus nietos, a tus vecinos. Habla de la iniciativa, los libros de escritoras que aún tienes por leer, los que has leído, los que vas leyendo. Utiliza el hashtag #LeoAutorasOct y bucea en él para encontrar a otras personas que comparten tus inquietudes.
  3. Recomienda: El tiempo es escaso y nos gusta leer buenas historias. Recomienda tus libros favoritos escritos por mujeres para que otras personas puedan disfrutarlos, saliéndose incluso de su zona de confort. Busca recomendaciones de otra gente para descubrir autoras de las que no habías oído hablar antes.

En la web de la iniciativa, incluso te ofrecen una sencilla guía para planificar tu #LeoAutorasOct en tres sencillos pasos.

Aunque de una manera (casi) inconsciente todos los libros que he leído hasta el momento este 2019 son libros escritos por mujeres, he decidido continuar haciéndolo lo que queda del año. Para compensar, ya que si colocásemos en una balanza imaginaria las obras que leemos a lo largo de todo un año y los separamos por los escritos por hombres y los escritos por la pluma de una mujer, seguramente la balanza se inclinaría casi siempre hacia la parte masculina. Si no lo creeis, haced la prueba.

Por consiguiente, quiero dejar constancia de los libros que pretendo leer a lo largo del próximo mes de octubre para sumarme a la iniciativa #LeoAutorasOct. Y si no me da tiempo a todos, continuaré así hasta diciembre. Y luego, a lo largo de 2020… 😉
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Booktag: Unpopular opinions

Esta vez sí, he sido nominada a hacer un booktag. La culpable es el blog de Irati. Este tipo de tags me resultan graciosos y creo que son una herramienta útil para intercambiar nuestras opiniones sobre los libros que hemos leído o queremos leer.

En este caso, el tema es sobre las opiniones más impopulares (unpopular opinions en inglés). Por lo tanto, me gustaría que me dejárais en los comentarios vuestras valoraciones, tanto si estáis de acuerdo conmigo como si estáis radicalmente en contra, y por qué.

¡Vamos allá!
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Booktag: Libros que quiero leer pero que no quiero leer

He visto este simpático book tag en varios blogs de personas que escriben sobre libros y literatura y me he animado a hacerlo. Entre ellos, el blog de Enara Alcalde y en el blog de Irati Egaña. No me han nominado, pero me ha gustado y he pensado ¿por qué no? 🙂

Vamos allá, a ver qué sale.
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11 años de luz

Cada 4 de junio es especial en nuestra casa, porque un 4 de junio del año 2008 nacía en el estado de Michigan (EEUU), en la escuela Leader Dogs for the Blind, un cachorro de golden retriever que, sin todavía saberlo, estaba destinada a ser mi compañera de viaje.


(Imagen de Brilyn, mi perra guía, en primer plano con la boca abierta, sonriendo)

En esa época yo estaba terminando la carrera. En realidad, seguramente estaba nerviosa por los últimos exámenes,deseando acabar de una vez para disfrutar del verano. Llevaba cerca de dos años inscrita en la lista de espera de la ONCE para obtener mi perro guía y ni se me pasaba por la cabeza que en algún lugar, al otro extremo del Atlántico, estaba llegando al mundo un ser que llenaría mis días de luz y amor.
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Por qué el doblaje es inclusivo

Últimamente estoy percibiendo mucha polémica en torno al tema del doblaje. Sobre todo, leo discusiones en las redes sociales sobre el eterno debate: doblaje versus versión original (VO). Esto no es nada nuevo. Ya sabemos que las redes sociales son el perfecto campo de batalla para grandes y encarnizadas luchas de opinión en las que todos hablan sin respetar al de enfrente y sin prestar atención a sus argumentos.

En este caso, quizás porque me afecta directamente, pero me llama mucho la atención lo radical de las personas que adoptan una postura contra el doblaje. Llegan a decir, directamente, que debería desaparecer para que “todos” podamos aprender idiomas y “evolucionar culturalmente”.

Hay quien opina que todo el contenido audiovisual —series o películas— debería dejarse en versión original y como mucho, ofrecer la opción de verlo con subtítulos (VOS).

Los argumentos clásicos que se suelen esgrimir en contra del doblaje son siempre los mismos: que si fue un invento del franquismo; que si se creó para la población analfabeta y que nos impide progresar; que si esto afecta a nuestro aprendizaje de los idiomas; que si adultera el producto original…

El actor de doblaje y locutor Marcel Navarro ha respondido a estas cuestiones en su cuenta de Twitter. Y como él lo explica maravillosamente, he querido reproducir aquí sus argumentos.
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La voluntaria | Relato breve

Hace un par de meses tomé la decisión de afrontar nuevos retos de escritura, para salir de mi zona de confort y probarme a mí misma. Busqué convocatorias vigentes de concursos literarios o antologías, y como resultado, decidí presentarme a la que me pareció más asumible: un certamen de relato breve convocado por la Hermandad de Donantes de Sangre de Zamora.

Los requisitos eran que el relato no debía exceder de las 200 palabras, el tema a tratar debía ser las acciones solidarias en la sociedad actual, y debía comenzar con la siguiente frase:

Sabía que era su única oportunidad…

Ahora que el certamen se ha resuelto, os adelanto que no gané, ni el primer ni el último premio. Pero no lo hice por ganar, la verdad. Me apetecía intentarlo, como digo, y salir de mi zona de confort. Quiero seguir aprendiendo, ampliando mis horizontes y enfrentándome a nuevos retos de escritura.

Hoy quiero compartir con vosotros el relato que escribí para este certamen. Espero que os guste o al menos, os resulte interesante.
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Sobre la percepción espacial de las personas ciegas y el reconocimiento de nuevos entornos

Esta es una cuestión que a menudo me hacéis llegar a través de los comentarios o mediante el formulario de consulta. Vamos a ver si somos capaces entre todos de explicarlo 😉

Hola,
Mi proyecto es un performance documental apoyado de nuevas tecnologías como la realidad virtual para transmitir las sensaciones que experimenta una persona con discapacidad visual al llegar a un lugar desconocido o un espacio nuevo, como casa de un nuevo amigo, hotel, una nueva casa, etc.
Mis preguntas son:

  • A modo de narración, ¿Cuales son todas las acciones para adaptarse cuando llegan a un hotel desconocido, o una casa nueva?
  • ¿Qué precauciones toman para andar con seguridad?
  • ¿Qué imaginan cuando sucede todo este reconocimiento?
  • ¿Cuales son las sensaciones al reconocer el lugar?

Muchas Gracias por el espacio, espero su respuesta, saludos.

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Cómo aprendí a leer en Braille

Algunas veces me preguntan cómo es el proceso para aprender a leer en sistema Braille o alfabeto Braille. Si a estas alturas alguien todavía no sabe lo que es, le remito a que lea la entrada que dediqué a este tema titulada « #Preguntasdeciegos: El Braille .

A veces también me preguntan cual fue mi experiencia, si me costó mucho aprenderlo y qué retos me supuso, al ser una niña que había visto hasta los ocho años sin ningún tipo de problema y que de pronto, tuvo que reaprender todo un código de lectoescritura.
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